Mis primeras millas en Colorado, pasando por el profundo valle de Snake River, confirmaron la imagen que me había hecho de este estado en las ultimas semanas: Grandes propiedades cercadas, casas preciosas, ranchos impresionantes, caballos y vacas obviamente bien alimentadas; el propietario de uno de los ranchos pasando en su caballo invitándome de tomar el agua de su ancho en vez del agua del rio, vaqueros latinos con sus sombreros, acompañados por perros pastores dirigiendo sus ovejas. Y todo eso en un escenario de impresionantes formaciones de montañas decoradas con arboles en los colores del otoño.
Muy bonito, pero yo estaba agotado.
Sinceramente las últimas semanas en Wyoming habían sido duras. Y Colorado se estaba refrescando cada día un poco más. Como a 20 millas de Steamboat Springs me pare en una cafetería para chequear mi mail, esperando una respuesta positiva de una solicitud de Warmshowers que había mandado hace 4 días y no había tenido posibilidad de conectarme desde entonces. Al no tener respuesta intente mandar unas solicitudes de Couchsurfing de último minuto, aunque tampoco me esperaba salir afortunado. Ya quería salir de la cafetería y hacer las ultimas 20 millas para ver si había respuesta una vez ahí, cuando una señora me pregunto por mi historia y si tenia un sitio para dormir. Acabo invitándome a su rancho.
Las cosas me salieron bien.
Ahí estaba, en Triple M Ranch, preparándome para pasar una noche calentita al lado del fuego en un galpón confortable como “de cinco estrellas”. La nieta de la señora también vivía en el rancho. El día siguiente su escuela iba a hacer un pequeño tour de bicicleta por la ciudad y su abuela tuvo la idea de preguntar a la maestra responsable de esa actividad si estaba interesada de que antes que los niños partieran en sus bicicletitas, yo les daba una pequeña presentación de mi proyecto, mostrar fotos y mi equipamiento. En otras palabras: dar como una conferencia improvisada delante los niños y maestros!
Estaba muy contento de hacerlo. 70 pares de orejitas escuchándome atentamente mientras sus ojitos parecían disfrutar seguir partes de mis videos que mostraba. Cuando les enseñé mi bicicleta en medio de la sala, todos tenían preguntas a hacerme. Gracias a la North Routt Community Charter School por esta experiencia maravillosa!
Entonces empezó lo que llamo mi “semana de suerte”: Me encontré con gente muy linda y ningún día tuve que dormir en mi tienda hasta llegar a Lake City, en el sur del estado de Colorado. Steamboat y Breckenridge, dos pueblos de esquí, que en esta época de “entre temporada” no tienen mucha gente y negocio que hacer, estaban esperando la nieve para comenzar su temporada de invierno. Así que mi objetivo era salir de ahí lo antes posible.
Aunque había dejado la Great Divide Mountain Bicycle Route, mi vida tampoco iba a ser mucho más fácil. Si, la mayoría del tiempo pasaba sobre asfalto, pero mi nuevo itinerario me llevaba más veces por encima de la gran divisoria que la misma ruta de la GDMBR (6 veces en 9 días sobre la bici de los 12 días que pase por Colorado). El punto culminante fue el Cottonwood Pass, a 12,126 pies (o 3696 metros) de altura. Es el paso de carretera más alto en todo Norte América. La subida desde Buena Vista, 20 millas antes, fue de 4000 pies (o 1250 metros). En esa subida pesada tuve el placer de ser acompañado por la pareja que la noche anterior me había hospedado en Buena Vista.
Desde ahí arriba me deje rodar hasta Gunnison, una pequeña ciudad llena de estudiantes e iniciativas de modelos de vida sostenible. La lluvia que empezó a caer saliendo de la ciudad pronto se convirtió en nieve, aunque afortunadamente tampoco duro por mucho tiempo. A partir de ahí, aunque la carretera estaba libre, siempre que pasaba la altura de 10,500 pies (3200 metros) los lados del camino estaban cubiertos de nieve. Las últimas dos noches en Colorado las tuve que pasar en mi tienda. Eso me hizo notar la diferencia al entrar en Nuevo México, pues una vez cruzada la frontera de estado ya no tenía que quitar el hielo de la tienda por la mañana!
Acabe en Santa Fe, después de dos días con un buen viento a mi favor, además de unas buenas bajadas. Y que cambio! La arquitectura, el clima, las formaciones de montañas, la gente… Quiero llamar este estado mi entrada a “Pre-México”. Mi cuerpo requiere unos cuantos días de reposo antes de seguir mas al sur. Los últimos cientos de kilómetros antes de la frontera tendrán que esperar… kilómetros que no haré solo…
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Mapa de mi itinerario en Colorado :